sábado, 16 de agosto de 2008

A lo largo de mi vida me había dado cuenta de que, esta, estaba llena de contradicciones. Nunca aparecía algo inamovible. Siempre, detrás de cada frase, de cada opción… aparecía el dichoso “sin embargo”.

Cada vez que comenzaba a ver las cosas claras, cuando iba aproximándose a esa desconocida a la que llaman Felicidad… algo se encargaba de que todos mis sueños e ilusiones se hicieran añicos, y aquella desconocida se marchaba de nuevo sin apenas haber llegado a mí.

Mi corazón estaba cansado, cada vez se le sentía menos, y sus latidos ya no marcaban ningún ritmo. Estaba desquebrajado. Lleno de cicatrices que nunca consiguieron sanar. Se había echo añicos una y otra vez, y cuando parecía haberse recompuesto, volvía a romperse en cientos de trocitos imposibles de juntar.






Esa noche parecía el fin de mi amarga vida. No moría físicamente, pero si espiritualmente. Me iba, me alejaba de todo y de todos. Le perdía de vista. Sin embargo de nuevo mi agitado destino dio un giro, el giro más grande que he podido experimentar. Todo pareció moverse de sitio. Ahora la noche era fría, ahora era oscura, nadie reía ni paseaba a mí alrededor.

Ya era tarde, el frío, la oscuridad, y la soledad se apoderaron de mí. Era incapaz de moverme, no sentía, era un ser inerte. De pronto una cazadora se deslizo por mi fría espalda, una luz me ilumino la cara, y una suave voz me dijo al oído:

- Tu vida comienza a cambiar ahora.

La luz bajo de intensidad y pude apreciar una sobra. Era un hombre. Un hombre conocido. Era el. Permanecía delante de mí mirándome. – Es un sueño, me decía a mi misma una y otra vez. La sombra comenzó a caminar, cada vez estaba más próxima a mí, se detuvo a escasos centímetros de mi boca y un dulce beso hizo que el frío, la oscuridad y la soledad se evaporasen. Mi vida había cambiado, y todo comenzaba a verse de manera distinta.

Ya no estaba sola, ya no me iría, ya nada ni nadie podría hacer que esa sensación de felicidad desapareciera, ya no, porque ahora éramos dos.


No hay comentarios: