lunes, 29 de septiembre de 2008

Llevaba esperándole más de media vida.

Cada día pensaba en lo que le iba a decir o en lo que iba a hacer para que se enamorara de ella. Pensaba cada frase, cada palabra, y cada letra. Recorría las calles buscando el lugar idóneo, donde poder recordar el día en que comenzó realmente la historia, su historia.


Sin apenas darse cuenta, ya había pasado demasiado tiempo, y las cosas se habían ido complicando cada vez más. Por unos u otros motivos, estaban más distanciados que nunca, y apunto de alejarse para siempre.

Las ganas de buscar lugares, palabras, sueños, e ilusiones… se habían esfumado. El mundo que giraba a su alrededor se había encargado de romper todas sus esperanzas.
Sin ganas de ver a nadie salio a la calle, en busca de calma y serenidad.

En busca de algo que no la hiciese sentirse mal. Algo difícil de encontrar. Se paso horas y horas vagando por las calles oscuras. Por lugares lúgubres, llenos de sombras que avanzaban rápidamente a su lado. Cuando ya no resistió más paro en seco.





No se dio cuenta ni en que lugar estaba situada, ni si había gente a su alrededor. Se sentó en un banco y se quedo mirando al frente. La noche era fría, oscura, y triste.

No había apenas gente, ni coches, ni ruidos. Lo que mas se oía era su respiración, y cada vez se oía más y más bajo. Se quedo como de piedra. No tenía ninguna gana de seguir viviendo. Ni de seguir soñando.

Cuando parecía no responder a ningún movimiento. Alguien se acerco por detrás, la tapo, y la llevo hacia el lugar soñado, para decirle las palabras precisas, y darle los besos que había estado acumulando.



martes, 23 de septiembre de 2008

Dime si este amor va a ser puro o contaminado con olor a tabaco.

Dime si vas a cambiarme, reciclarme o aniquilarme el alma de tal forma que mi pulso se pare por completo.
Pero dímelo por anticipado porque mi corazón no esta preparado para mas impulsos depresivos que acorten la respiración a tal punto de desangrarme solo un rato.





Avísame si vas a hacer maniobras bruscas ya que preferiría no verlas, no escucharlas, no sentirlas.

No aceptaría un reemplazo, un abandono ni siquiera una locura mía lograría controlar. No me mires a los ojos si vas a mentirme, solo dilo y corre, puedes llegar a ver un desastre ante tus ojos.
No logres disculparte, mi alma no recibe disculpas sino sinceridades. No vuelvas a cruzarte conmigo, puede que no me reconozcas, mi locura puede más que mil perdones tuyos.

Si logras purificar este amor, te sorprenderás de la grandeza de amor que guardo para ti.
Mil besos no bastarán para demostrarte el amor que sentiría.
No dudarías ni tres segundos de mí, ya que me han lastimado tanto que si te lastimara seria de besos.




No te imaginas la sensación que producirías al coger mi mano, sentiría una seguridad que todavía nunca he experimentado.

Te agradecería hasta el último beso.

Y simplemente intentaría con todo mi corazón hacerte el hombre más feliz de la Tierra.


domingo, 21 de septiembre de 2008

Quizá simplemente se me olvide tu cara e intente recordarla a base de palabras, y ahí es dónde te vuelvo a encontrar y por supuesto me sonríes, con tu típica sonrisa burlona.



Con la mirada me preguntas dónde he estado todo este tiempo

mientras intento gritar deseando decirte que buscándote, sólo a ti, me doy cuenta de que no tengo voz.

Me miras sin comprenderme y no se me ocurre otra cosa que abrazarte recordando tantos momentos en mi memoria y palabras que tal vez nunca te diga.



Me correspondes el abrazo y el roce con tu piel me convierte en pequeña, pequeña y estúpidamente feliz. Loca por tenerte entre mis brazos.





Si fuera por mí, pararía este momento, lo plasmaría en el tiempo como “mi” felicidad absoluta.

En el tiempo que trascurre este abrazo (unos diez segundos) me separo de ti y te miro a los ojos esperando una respuesta tuya (ya que yo no tengo voz y aunque la tuviera...)






Pero te callas y ahora soy yo la que me vuelvo grande y tú estás a mis pies, como un niño pequeño agarrado a la falda de su madre.

(Me pregunto si también me buscabas, si al menos se te pasó por la cabeza la idea, me estremezco y me entra pánico a que la respuesta fuera un no)

Entonces es cuando te das cuenta de que en mi cara a parte de sonrisas también hay lágrimas, de felicidad, o no, no lo sé. Ya no controlo lo que siento.

Y ni siquiera te lo piensas, besas mis mejillas llenas de lágrimas haciéndome estallar en una carcajada, diciéndome que no me hace falta buscar más, que siempre te tuve delante y en mis sueños.

viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Recuerdas cuando eras pequeña y creías en los cuentos de hadas?

Fantaseabas sobre como sería tu vida, con un vestido blanco y tu príncipe azul llevándote a su castillo sobre las colinas; por la noche te echabas en la cama, cerrabas los ojos y te abandonabas a tu fe.

Papá Noel, el Ratoncito Pérez, el príncipe azul...estaban tan cerca que los saboreabas; pero vas creciendo, y un día abres los ojos, y los cuentos de hadas han volado.

La mayoría de la gente acude a aquellos en quienes confía. La cuestión es que es difícil dejar que los cuentos de hadas desaparezcan; a casi todo el mundo le queda una mínima esperanza de que un día abrirá los ojos y verá que se han hecho realidad.
Cuando el día llega a su fin, la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas.

Es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habías soñado.

El castillo, puede que no sea un castillo; no es tan importante eso de ser felices para siempre, basta con ser felices en el momento.
A veces, muy de vez en cuando, tu príncipe puede darte una grata sorpresa; de vez en cuando, tu príncipe te deja sin respiración.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Observaba la noche detenidamente, como intentando perder un recuerdo de él, de su cuerpo y de su piel con cada parpadedo; intentando depositar cada momento a su lado en una estrella distinta para perder los recuerdos, aceptando el alto precio de ese adiós, porque así se despedía, para siempre, de su alma, del amor.

Se preguntaba en silencio ¿Qué será de la causa de estos ojos inundados de vacío, de esas marcas de desamor?

La cortina danzaba en la oscuridad de la habitación, imitando el movimiento de las olas del mar; envolviendo su mirada en una niebla de seda, regalandole al cielo un instante de luz.

Sus lágrimas caían destrozando el silencio tan delicadamente que, entonces, nadie lo noto, que nadie pudo oírlo.

Cerro los ojos pronfundamente. Una vez más. Intento respirar traquilamente. Falló. Se negó a seguir. No volvió a levantar la mirada. Suspiro.

Habia bajado los brazos. Otra vez.

Estaba ebria de nada. Estaba loca de amor. La consumía la nostalgía. En silencio. Con cautela. Con dolor. La maltrataba la memoria, el recordar continuamente cómo él la había hecho sentir. La acobarda letalmente la resaca que le producía aquel último Te quiero.

Estaba ebria de nada. Estaba loca de amor.
Suspiro. Sintió las sombras. Sus sombras. Sintió, palpó, la fidelidad que aún, después de tanto tiempo, después de tanta crueldad le profesaba a ese amor perdido y marchito, irrecuperable, pero que había sido real.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Lo estoy intentando, te aseguro que lo intento todos los días...




Intento no recordarte pero, es tan difícil..


Me acuerdo de todos nuestros momentos juntos, me acuerdo de todo lo que me dijiste y de todos los besos que me diste.



Y cuando me acuesto... mas difícil todavía.
Me acuerdo de tus ojos, de tu sonrisa, de tu pelo...
Y cuando parece que empiezo a dormirme, vuelta a empezar..
Apenas consigo dormir unas horas cada noche, porque te tengo en la cabeza haga lo que haga...





Intento no derramar lagrimas por ti, ni una.
Porque ¿sabes una cosa? No te las mereces!!! Pero mis intentos se van a pique cada dia.



Por mucho que lo intento, por mucho daño que me hayas hecho, no puedo olvidarme de ti.



Por mucho que me digo 'se acabo llorar, toca ser feliz' tampoco puedo porque veo tus fotos, nuestras fotos y rompo a llorar...



Y ¿sabes lo peor de todo? Que ni puedo, ni quiero deshacerme de ellas. Al fin y al cabo, es lo único que me queda de ti ¿no?






lunes, 8 de septiembre de 2008

Sigo sin poder evitar mirarte a los ojos, sin conseguir reír e incluso sin poder respirar si no estás a mi lado.

Tal vez sería más fácil si no me llamaras para volver a pedirme perdón.

Deja de buscarme, deja de llamarme cada noche con excusas tontas.

¿Por Qué cuando quiero que me olvides es cuando más me recuerdas?

hace tiempo que me cansé de ser la carta comodín, ésa carta que utilizas cuando no tienes nada más.

No soy tu juego, nunca lo he sido.

Deja de pedirme perdón, porque el perdón es un regalo y todavía falta mucho para tu cumpleaños...

miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿sabes por qué me duele que hayamos acabado?


porque me acuerdo de ti en cada cosa.


Porque a pesar de todas las personas que han pasado por mi vida nadie me ha marcado como tú.


Porque cada vez que hablo me encuentro preguntándome que me contestarías si estuvieras conmigo.


Porque soy capaz de soñar con tu sonrisa hasta tres noches seguidas, a la siguiente sueño con tus ojos, después con tu pelo y luego vuelta a empezar.


Porque eres la única persona que me sorprende de verdad cada día.


Porque nunca consigo imaginar lo que harás la minuto siguiente, por eso me resulta tan difícil.


Porque tú siempre me haces mil preguntas que nunca me han hecho antes y porque te ríes de una forma tan vital que me haces preguntarme si alguna vez seré capaz de vivir sin ése sonido.


Porque me acuerdo de todos nuestros momentos y lloro, y te odio y al segundo vuelvo a quererte.


Porque tú llenaste mis días de primeras veces...

... Y ahora me has dejado tan sola...