Érase una tarde fría de febrero.
Tú venías de frente con tus dos ojos negros y no lo pude evitar.
Fue un solo segundo. Nada más cruzarnos nos dimos la vuelta, pero no nos encontramos y no te puedo olvidar.
Me encontrarás por la ciudad, pregunta por mí, el viento sabrá...
Te perdí entre calles como un sentimiento que muere como el beso que nunca nos daremos y tú, me haces soñar...
Dicen que una herida que te ha rozado el alma se cura en el espejo si aguantas su mirada, y no consigo escapar.
Llegué sin ti, me voy sin mí, te has llevado todo sin querer...
Un segundo eterno que detiene el tiempo en tí y tus ojos que no me dejan vivir...
Te perdí entre calles como un sentimiento que muere como el beso que nunca nos daremos...
Hoy es una tarde fría de febrero y tus dos ojos negros no me verán llorar.
Hace 2 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario