martes, 24 de noviembre de 2009

Ver que ya no piensas en mí, que ya no crees en la gente, que tomas pastillas rosas y te has vuelto nihilista y sueñas con no soñar.






Entraría en tu luz con una canción sencilla, tres notas y una bandera tan blanca como el corazón que late en tu cuerpo de niño.



Estaría tan lejos de ti que ya no recuerdo el momento en que te dije por última vez que el cielo se está abriendo y se abre bajo tus pies y quiero que vengas conmigo a cualquier otra parte.




Ver que no sabes decir que no, que vivo en pisos oscuros y tengo dos mil razones para olvidarme de todo y no pensar mas que en tu voz.


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