domingo, 24 de agosto de 2008

Fueron demasiados...


Unos tenían los ojos verdes, otros el pelo oscuro, otros sabían de rock. Algunos usaban la 43 y eran de la misma altura.


Todos tenían algo de ti pero ninguno lo era. Cuando me di cuenta era demasiado tarde.


Tal vez ésa fue la única frase que nunca debí decir.


Pídeme una San Miguel, la tomaré con hielo. Tanto tiempo y aún no se que era lo que me gustaba de ti y lo que tú viste en mi. Aún no se lo que me gusta de ti.


Nunca lo he olvidado, se que nunca pude hacerle una foto a tu olor, a pesar de intentarlo.


Hoy nada de besos largos, que no estoy de humor. Llena el vaso de sonrisas y dale la vuelta, que se vean al revés, así es como lo quiero.


Aunque te sientes debajo no entenderás como me siento o como estoy sentada, ni como te sentirías si fueses yo, tal vez ni siquiera entenderías cómo hago para sentirme o sentarme así.


Te reto, ¡exprésate mejor!. Sólo se que ése verano te quise más de lo que nunca querré a nadie, y el invierno anterior y el siguiente también.


Deja de escuchar, esto es privado, esto solo es una charla corazón a corazón, dile que escuche pero no me digas lo que dice. No quiero saber nada del daño que me hiciste.

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