sábado, 25 de octubre de 2008

Mientras tú lloras el mundo te sonríe.

Echas de menos la sonrisa de todas las mañanas, la sonrisa que te hacía tan especial.

Añoras los momentos de felicidad, el soplo de aire fresco de cada mañana mientras bajabas las escaleras de dos en dos silbando la melodía de la canción que escuchaste la noche pasada mientras pensabas en él.

Añoras esa sensación de llegar al límite o al extremo de la felicidad igual que esos momentos frente a frente sobre sus ojos, un baile de miradas , o un festín de besos.

¿cuantas veces te habrán preguntado por que (o por quién) sonríes?
Tú te has callado y con una mirada perdida o un simple suspiro has dicho todo.

Te lo guardas para ti, te guardas lo que te gusta para ti, que solo sepan que esa sonrisa es solo tuya y de nadie más.

Pero sabes de sobra que ellos saben que sonríes por él, por un simple segundo a su lado, solo por eso.
Por la sonrisa que se dibuja en tu cara cuando cualquier cosa te recuerda a él o por un momento frente sus labios.

No te engañes, sabes (y saben) de sobra que sonríes por él, que es el motivo por el que te levantas todas las mañanas...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, algo me suena esa sensación. Es imprescindible para poder mantener una relación... cuando ya no se sienta, malo :P
Siempre hay que mantener esa ilusión!^^

Un besote!