lunes, 27 de octubre de 2008

Esa soy yo...

perdida y sin saber por dónde empezar.
Caminando poco a poco con miedo a tropezar, esperando una voz que me diga cómo y hacia donde ir, esperando una voz que vuelva a hacerme soñar...

Esperando una noche en la que beba hasta olvidar o quizá, no espere nada de esto y espere cualquier detalle insignificante que me haga reír hasta que me duela la barriga o hasta que no pueda más.

Ese es mi gran problema(o no tan grande) que no sé que esperar y ni siquiera sé si ya espero.

Eso de ir pasito a pasito, nunca ha ido conmigo, nunca me he llevado bien con tu paciencia ni con tus ganas de no forzar las cosas.

Nunca ha sido propio de mí adelantarme a los hechos.
Supongo que me cansan mucho las cosas y lo peor es que me casan muy rápido.

Que sepas que también soy bastante indecisa en cuanto a estos temas.

No te puedo jurar que lo que siento durará eternamente, como tampoco puedo poner una fecha de caducidad a mis sentimientos.

Sigues esperándome al volver, deseando encontrar mi mirada. Aunque no te diga nada.

Y es que con tantos chascos y baldes de agua fría a una se le acaba la paciencia y no se pone tan ñoña a la hora de ver una puesta de sol.

Es que cuesta encontrar a alguien que hable mi mismo idioma, que no me de la razón por todo, sino que me haga razonar cuando crea que me equivoque.
¡Ah! sí y que me haga reír, eso es muy importante.

Pero si tengo que esperar a que algo salga mal para que pienses en mí, y me cuentes como ha ido todo… Mal, mal van las cosas cuando me haces esperar.

Sabes bien que no estoy para tonterías y mucho menos tengo toda la vida.
Sabes muy bien que no soy una Barbie, sin embargo, tú tampoco eres ningún Ken...
Eso sí, no me mires que sabes que me puedes…

1 comentario:

-M. dijo...

encontré tu blog..
eso si, no lo sé agregar...
jajajaja :)
ya me explicaras y eso...
teQuiiero(L)